miércoles, 28 de febrero de 2007

Kendo




Clases


Dias : Martes y Jueves

Horario : 20:30 a 21:30 (infantil)
Horario: 21:30 a 22:30 (adulto)

martes, 27 de febrero de 2007

"Historia Kendo"

Erigido en el año 18 del reinado del primer Soberano Jimmu, el templo de katori fue dedicado a Futsu Nushi no Mikoto. Esta divinidad mitológica pacificó la antigua tierra de Yamato (Japón). Futsu Nushi no Mikoto, guardián del valor marcial protege también al gobierno y vela por la seguridad del estado y por el bienestar social.

En la época Kamakura la filosofía Zen, también influyó fuertemente en las artes guerreras. Fue adoptada por su filosofía del desapego del alma y de la ausencia del ego por su estricta disciplina y su gran renunciamiento. Su práctica, basada en la espontaneidad y la intuición atrajo a muchos Bushi. Los templos favorecieron y estimularon a muchos estilos de Bujutsu* y jugaron un gran papel en su desarrollo: el arte del sable y el Zen crecieron juntos y se enriquecieron mutuamente. Los caminos del espíritu y de la guerra se unieron para formar la estructura y la cultura de la sociedad Samurai.

Él titulo de “Samurai” viene dado del verbo “samuru” que significa servir y proteger. El Samurai era ante todo un hombre de espada, un aristócrata entrenado en diferentes técnicas de combate, la guerra era una realidad cotidiana. Pero la clase militar era también la clase dirigente y había responsabilidades civiles y administrativas.

El espíritu del Samurai era un espíritu de sacrificio y sus virtudes eran las que requiere todo guerrero eficaz. Convencido de que su vida no era nada comparada con la supervivencia y la prosperidad de su clan y de su linaje, estaba presto a verter toda su sangre y se consagraba a una obediencia y a una lealtad absoluta a su superior. Llevaba una vida austera y frugal, por miedo a que cualquier exceso le volviera inepto en la batalla e indeciso ante la muerte. En Japón feudal se ponía más el acento en la manera de dar o de recibir la muerte que en la muerte en sí misma.

El Samurai no solo moría voluntariamente sobre el campo de batalla, también se daba muerte (seppuku) cuando fracasaba en una misión importante o cuando cometía una falta que ponía en entredicho el honor de su clan o su nombre. En cuanto guerrero, tenia el cometido de proteger el honor y la supervivencia del grupo. Colocaba toda su determinación en su sentido del deber (Giri), y la muerte era preferible a la vergüenza. El Samurai era su propio juez y su propio verdugo para salvar su honor y incluso en los detalles más insignificantes de la vida cotidiana, el guerrero vivía como su última hora hubiese llegado (Ichi go Ichi e). Cuando se levantaba, sé bañaba y perfumaba sus cabellos, cortaba y limaba sus uñas con el mayor cuidado, limpiaba y pulía el sable. Estos cuidados personales no denotaban coquetería o elegancia futil; el sabía que ese día podía ser el u
último. Si caía delante del enemigo en un estado de negligencia física, revelaría un espíritu relajado y no inspiraría más que desprecio. Es por ello que antes de una batalla aplicaba en su rostro un polvo rojo con el fin de que, una vez muerto no reflejase más que salud.
Cuando en el curso de la batalla el Samurai sentía que la derrota era inevitable, se retiraba a un lugar tranquilo y se daba muerte. El enemigo no iba en su persecución, sino que con respeto sincero, le dejaban cumplir este supremo acto de lealtad. Si en la etapa final del seppuku no era secundado por los suyos, un guerrero enemigo se sumaba a la ceremonia y con un golpe franco y neto ponía fin a su propia agonía cortándole la cabeza. Esta tarea se cumplía con el mayor respeto por el valor y altivez del adversario. El enemigo no era deshumanizado por el odio y el miedo. El adversario era glorificado; el amor y el odio se unían.

Para el guerrero, el estudio de las técnicas especializadas enseñadas en el Ryu tenía un poder de vida o muerte. La técnica le daba la seguridad y la confianza, pues era un privilegio entrenarse en técnicas y estrategias que habían sido probadas en el campo de batallas. El Samurai agudiza sus reflejos buscando una libertad de movimientos total que le permitiera hacer frente a toda eventualidad sin ser presa del ego y del pensamiento, El Ryu no transmitía solamente las técnicas de combate. Era un conjunto de principios que inculcaban los valores marciales del sacrificio, de la cortesía, del valor, de la disciplina y de la paciencia. El entrenamiento cotidiano o Shugyo consistía en purificar el cuerpo y el alma.

Hoy día, el guerrero, el Samurai, el practicante de Budo, busca esta purificación dentro del marco de una sociedad y una época bien distintas, pero con problemas de fondo común e inherente a toda cultura, valiéndose del legado cultural y marcial heredado.

En la temprana historia del arte Japonés de la espada, el Bogu (armadura) aun no había sido inventada y los combates de Ken-Jitsu, se desarrollaban sin protecciones y con verdaderas espadas o con Bokuto, se arriesgaba la vida en cada combate, eran enfrentamientos a vida o muerte.

En un principio, en el entrenamiento sólo se practicaban las Katas, así cada escuela de Ken-jitsu, tenía sus propias Katas, cada maestro tenía sus propias Katas y técnicas y sus alumnos estaban orgullosos de ellos.
Las técnicas eran estrictamente secretas y no se permitían a los forasteros que las copiaran, he incluso a los alumnos no se le enseñaban hasta que no fueran lo bastante hábiles en el entrenamiento.

La primera escuela de Samurai fue la de Nen-Ryu y data del año 1350, a finales del siglo XV. A través de l siglo XVI el Japón experimentó muchas guerras En este periodo conocido como edad de la guerra se desarrollaron muchas escuelas de Samurai, las cuales desarrollaron el Kendo.

En el gobierno de Tokuyama, en el periodo Edo 1.603-1867. Los Samurai sufrieron distintos desarrollos en contenido y formas. Aparte de la perfección técnica, influyeron una serie de elementos morales que estaban influenciados por el confucionismo y el budismo, especialmente el Zen.

En la segunda mitad del siglo XVIII, vio la evolución de los sistemas protectores llamados “Men, Kote, Do y Tare”, así como la utilización del sable llamado “Shinai”. Esto aumentó el número de practicantes y contribuyó a la conversión del manejo del sable en un tipo de deporte ejerciendo una gran influencia en el futuro y desarrollo del Kendo.

Ya en 1.868, año del periodo Meiji, que dura hasta 1.912. Japón abrió sus puertas a occidente, es entonces cuando empieza a considerarse como un deporte y en 1.909, en la universidad de Tokio se forma la primera universidad de Kendo.

lunes, 26 de febrero de 2007

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Fotos Kendo



Rafael Galindo M.


Pedro Pinar y Rafael Galindo



Grupo Sevilla
KYOHAN Asoc. Cult. Sevilla - Japon





Rafael y Manuel

Manuel Galindo


Grupo Kendo Almendralejo





Clases de Kendo

jueves, 15 de febrero de 2007

lunes, 5 de febrero de 2007

Fotos Dōjō